Cualquiera que observe a un niño mientras juega se da cuenta que la mayoría de ellos son activos por naturaleza y que disfrutan con el movimiento. Pero lo que no es tan evidente para muchos padres es que trepar a la parte superior de un tobogán o colgarse de las barras puede llevar a los niños a mantener una vida futura activa...
A medida que crecen, a los niños le resulta difícil encontrar oportunidades para llevar a cabo actividades físicas diariamente. Esto se debe a que tienen más obligaciones escolares, a la percepción de que no son buenos en los deportes o a modelos de familias muy ocupadas pero sedentarias.
E incluso cuando los niños tienen el deseo y el tiempo para ser activos, los padres no se sienten cómodos dejándolos dar vueltas solos por el vecindario, como solían hacer los niños antes. Por lo tanto, las oportunidades son muy limitadas.
A pesar de estas barreras, los padres pueden inculcarle el amor por la actividad física y ayudarlos a incorporar una actividad en sus rutinas diarias. Al hacer esto, se establecerá un hábito de conducta que durará para toda la vida.
BENEFICIOS SALUDABLES: Cuando los niños son activos, sus cuerpos responden bien a sus deseos y necesidades. ¿Por qué? Porque el ejercicio que se hace en forma regular proporciona los siguientes beneficios:
Músculos y huesos más fuertes
Control de un peso saludable
Reducción del riesgo de contraer diabetes tipo 2
Un mejor dormir = Sueño reparador
Actitud con energía positiva ante las adversidades de la vida
Los niños que se mantienen físicamente activos, son más sanos y tienen más posibilidades de estar motivados académicamente, prestar más atención y tener éxito en todo los sentidos, tanto a nivel personal como en lo profesional.
Y la capacidad física aumenta la autoestima a cualquier edad.
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