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viernes, 15 de marzo de 2019

EMBARAZO CON DEPORTE

¡¡Deseo ser Mamá!!


El ejercicio durante el embarazo ha sido siempre motivo de discusión y, en generaciones pasadas se formulaban muchas teorías populares sobre sus riesgos. Las embarazadas eran vistas casi como enfermas a las que se les prescribía reposo total. Las investigaciones han avalado que el deporte supervisado, en personas no sedentarias antes del embarazo, genera numerosos beneficios para la salud no solo de la embarazada sino también del feto. Hoy en día el deporte y embarazo son una combinación imprescindible, siempre bajo la valoración previa del especialista en ginecología y simultáneamente la supervisión de un profesional del deporte.
Durante el embarazo, salvo excepciones y contraindicaciones médicas específicas, la mujer mantiene sus capacidades físicas para realizar actividades de índole deportiva aunque supervisadas, no sólo ligeras o moderadas sino incluso de intensidad media-alta, y no exclusivamente en etapas tempranas del periodo de gestación sino hasta alcanzar el término del mismo
Ahora bien, los expertos especifican que este potencial se da en aquellas mujeres que, previamente a quedar embarazadas, ya practicaban con regularidad ejercicio físico o entrenamientos intensos. La gestación no es el momento más idóneo para empezar a practicar deporte sin supervisión, si anteriormente se vivía una vida completamente sedentaria y no se realizaba actividad física alguna.
Beneficios generales del deporte en la pre-gestación y embarazo
Para mujeres habituadas al ejercicio físico pueden encontrar numerosos aspectos positivos para su salud y la del feto en mantener estas actividades antes y durante el embarazo. Quienes realizan ejercicio moderado de forma regular (tres veces o más por semana) pueden conseguir beneficios como:
  • Mejorar el tono muscular y sufrir menos calambres
  • Mejorar el estado de la columna y reducir dolores en esta zona
  • Mejorar la circulación
  • Mejorar la autoestima y la sensación de bienestar
  • Controlar la ansiedad
  • Reducir la fatiga
  • Regular el sistema digestivo.
  • Las mujeres embarazadas físicamente activas presentan un 40% de reducción del riesgo de sufrir preeclampsia, una complicación médica que se asocia a la hipertensión inducida durante el embarazo y a elevados niveles de proteína en la orina.
  • La diástasis abdominal, que consiste en la separación permanente, después del embarazo, de los rectos del abdomen, es otro problema asociado al embarazo de consecuencias no solo estéticas, sino también de salud (pérdida de estabilidad pélvica, dolores de espalda, incontinencia urinaria…). Las investigaciones han demostrado, una vez más, que el ejercicio físico regular (en este caso, de fortalecimiento abdominal) disminuye de forma drástica el riesgo de diástasis en embarazadas. Los beneficios del ejercicio corrector frente a esta patología después de haber dado a luz también han sido demostrados.
Alimentación
Sin importar lo equilibrada que  sea tu dieta, es importante que tomes ácido fólico al menos un mes antes de empezar a buscar un embarazo. Otras sugerencias que vienen bien es este camino que has decidido tomar te las especificamos a continuación:
  • Controlar la cafeína. No está claro que afecte a la fertilidad pero lo ideal es que no superes las dos tazas de café al dia,
  • Comer mucha fruta y verdura. Las frutas y las verduras son ricas en vitaminas y minerales, y te aportan los nutrientes que son especialmente importantes antes de concebir. Por ejemplo, los vegetales como la espinaca, la lechuga romana, los espárragos y el brócoli, son altos en vitamina B y folatos (su forma sintética es el ácido fólico).
  • Cuidar la ingesta de pescado. Son la mejor fuente de acidos grasos omega-3, y muchos estudios sugieren que regulan la ovulación y la calidad de tus ovulos.
  • Intenta incrementar tus reservas de hierro. Ya una vez estés embarazada tu organismo tendrá dificultad en mantener sus provisiones de hierro a medida que tu bebé use el mineral de tu cuerpo.
  • Nada de Alcohol.
  • Evita la ingesta de carne o pescado crudo (Ceviche y sushi) crudo, asi como mariscos ahumados refrigerados (como el salmón ahumado), queso blando hecho con leche sin pasteurizar y otros lácteos no pasteurizados. 
  • Incluye en tu dieta otras proteinas, no te centres exclusivamente en la carne. Añade a tu dieta una porción diaria de proteínas vegetales, como las nueces, frijol, chícharo o guisantes, frijol de soya o tofú

Con todo ello hay que recalcar que el objetivo debe ser beneficiarse de todos los efectos positivos del deporte y una buena alimentación sin asumir ningún tipo de riesgo innecesario

Fuente: estudios de la Universidad de Washington, Universidad de Columbia


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