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viernes, 31 de mayo de 2019

EJERCICIO VS TABACO

La estrategia ideal para dejar de fumar
"Verse Bien Sentirse Bien"
Prescripción de ejercicio físico en el tratamiento de deshabituación del tabaco.
La práctica de una actividad física con regularidad es una de las estrategias no farmacológicas de bajo coste que más se utilizan en el tratamiento de rehabilitación para diversas enfermedades. Asimismo,  su práctica constituye un modo eficaz de combatir los efectos perjudiciales del tabaquismo sobre la salud. Actualmente, existen estudios que avalan que el ejercicio físico ayuda a reducir la intensidad de algunos de los síntomas más importantes a que se enfrenta una persona fumadora cuando intenta abandonar el hábito. No obstante, los médicos y terapeutas de la salud, por lo general, no son conscientes de este beneficio y desconocen cómo prescribir el ejercicio de una forma adecuada. Es por ello, que este post  pretende presentar las razones por las que el ejercicio físico debe contemplarse como un apoyo no farmacológico de utilidad para combatir los síntomas del tabaquismo y los relacionados con la deshabituación.
Por otro lado, según detalla un informe de la propia Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (SemFYC) el cual, detalla que dentro de las medidas que los especialistas recomiendan a sus pacientes, el ejercicio físico se impone como una de las mejores estrategias para abandonar la práctica del cigarrillo, de ahí el lema de este año de la Semana Sin Humo: Menos cajetilla y más zapatilla. La razón es sencilla, cuando una persona es sedentaria tiene más tiempo para fumar y menos energía para realizar cualquier deporte.
¿Por qué la actividad física  es un hábito clave?
En la actualidad, nuestra sociedad en su gran mayoría es total conocedora de que la actividad física mejora el bienestar físico en general, ayuda a regular la ansiedad y puede ser muy beneficioso para reducir el impacto de casi todas las enfermedades crónicas. Asimismo, el propio Comité Nacional para la Prevención del Tabaquismo (CNPT), explica que hay estudios que confirman que cuando una persona quiere dejar de fumar, hacer ejercicio físico ayuda, ya que genera una serie de sustancias como las endorfinas que aumentan el bienestar para combatir el síndrome de abstinencia que puede causar el tabaco. De hecho, “el cambio de hábitos es muy importante, ya que el tabaco tiene una triple dependencia: a la nicotina, social y psicológica”
¿Qué tipo de ejercicio me conviene?
Lo primordial, antes de nada, es asumir una  estrategia realista por medio de la consecución progresiva de pequeños retos diarios. Una buena técnica inicial, sería fijarse un reto a corto plazo, en conseguir andar 10.000 pasos al día. No obstante, es fundamental mentalizarse que hay que conseguirlo de manera progresiva pero no menos importante, es incrementar todos los días, un poquito más que el día anterior (entre un 10 y 20%).
Por tales motivos, antes de aventurarte por tu propia cuenta, debes tener muy presente que el factor motivacional juega un papel fundamental a la hora de escoger una estrategia con cierta capacidad de éxito. Otra estrategia, puede ser calcular el gasto mensual invertido a fondo perdido en tabaco, y este reinvertirlo con plusvalías garantizadas en tu propia salud, contratando los servicios de una entrenadora personal que defina conjuntamente contigo un plan de actuación tanto a nivel deportivo, como en el plano nutricional. 


#VerseBienSentirseBien #TuGymPreferido #NuncaEntrenarasSola

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